Oficina
Con respecto al viernes, mi segundo día de trabajo en Google, más o menos igual que el primero, es decir, bastante aburrido. Estoy aprendiendo mil cosas sobre cómo se manejan ellos, leyendo documentación, mirando videos de charlas dadas a los "Nooglers" que es como llaman ellos a los nuevos, etc. Pero todavía falta mucho para que pueda hacer algo útil. Como ya había comentado, toda la oficina está bastante vacía, porque una gran cantidad de gente está de vacaciones.
Sobre la comida, que es lo que a todos más les interesa, está bastante bien, no me dejó con la sensación de ser una cosa totalmente desproporcionada, como en Dublín. Es auto-service, hay distintas ensaladas y comidas calientes disponibles, que cada uno puede servirse según su gusto, y está indicado qué es vegetariano y qué no. También hay distintas bebidas (yo me sirvo siempre jugo de naranja exprimido en el momento, que es lo que más me gusta) y postres que van variando cada día.
En Munich, a diferencia de otros lugares de Alemania, se almuerza y cena muy temprano. Con mis compañeros, fuimos a comer aproximadamente 12:30 y la cafetería deja de servir el almuerzo a las 14:00. Ellos van también a cenar, a la misma cafetería de Google, a eso de las 16:30 o 17:00. Yo el primer día no fui, el segundo fuí pero merendé en lugar de cenar.
Yendo al doctor
No lo comenté antes para no generar preocupaciones innecesarias, y ahora les aviso con anticipación que no hay de qué preocuparse, está todo bien, aunque sé que mamá se va a preocupar igual.
Desde el viernes que llegamos, prácticamente desde el momento que el avión aterrizó en Frankfurt que me dio bastante alergia, parecida a la que ya me había dado en Argentina, pero más fuerte, con ronchas y picazón por todo el cuerpo. El sábado llamamos a una doctora via Assist-Card, que vino y me recetó una crema con anti-histamínico pero sin corticoides. La crema calmaba la picazón, pero las ronchas no se me iban del todo.
Así que ayer -sábado-, después de averiguar más o menos cómo funcionan las krankenkasse acá (vienen a ser como las obras sociales de Argentina, aunque un poco diferentes), fuimos a una clínica que me recomendó la farmacéutica, que quedaba a unas 10 cuadras del hotel. En esa clínica nos derivaron a otra que era especializada en piel y alergias, yo la había visto en internet pero decía que atendían de lunes a viernes; le dije esto mismo a la chica que nos atendió, pero ella nos aseguró que también tenían servicio de guardia.
De modo que nos fuimos a la otra clínica, tomándonos subte con combinación. Cuando llegamos, hablamos con el guardia (o sea, el vigilante, no el doctor de guardia). Yo le dije que buscaba el Notfall (emergencia, guardia), porque tenía eine Hautprobleme (un problema en la piel) que a continuación corregí a ein Hautproblem porque me acordé que era das Problem, neutro. El guardia llamó a alguien por teléfono y dijo algunas cosas que no entendimos, pero una que entendimos muy clarito: Sie sprechen sehr schlecht Deutch (hablan muy mal alemán). Lo cual nos causó un poco de gracia y otro poco de vergüenza.
En definitiva, el guardia nos indicó que teníamos que esperar en la sala de espera 1. La clínica estaba totalmente desierta, no había un mostrador donde uno sacara turno para la guardia, ni otra gente esperando, ni nada que pareciera que hubiera doctores atendiendo, nada. Fuimos hasta la sala de espera 1 y nos quedamos ahí un rato, pero no pasaba nada. Empezamos a ir de un lado a otro, buscando un lugar donde hubiera alguna persona con la que pudiéramos hablar, pero todo estaba totalmente desierto. Nunca me había pasado estar en un hospital y que no hubiera nadie. Después de un rato, apareció otra gente como nosotros, a la que también le habían dicho que esperara en la sala de espera 1, pero tampoco les parecía normal la situación del hospital vacío (al menos nosotros no estábamos locos).
Ayudados por unas chicas alemanas muy buena onda que en un momento habían entrado al hospital y nuestro alemán no les parecía tan malo, fuimos a preguntarle nuevamente al guardia, que nos explicó que los médicos están en otra ala de la clínica, y que teníamos que en efecto esperar en la sala de espera 1 hasta que apareciera el médico que nos iba a venir a buscar. De hecho, nos dijo, la doctora está ahí y ¡no hay nadie! (porque los otros que estaban en la misma habían también ido a preguntarle al guardia qué onda).
Volvimos a la sala de espera 1 y vimos a la doctora, que atendió primero a la otra pareja y después a nosotros. Me miró las ronchas en la panza y en la cara (en ese momento tenía un poco inflamada la frente) y me dijo que lo que tenía era Urtikaria que es algo muy häufig (yo no estaba segura de qué significaba la palabra en ese momento, pero entendí que era algo normal, significa frecuente). Me recetó unas pastillas de corticoides, con dosis escaladas de más fuerte a más débil durante 6 días, y un anti-histamínico durante 2 semanas.
Ahora viene lo más loco de todo. La doctora nos dijo que ella no nos podía cobrar nada. Que la factura nos iba a llegar por correo (yo previamente le había dado nuestra dirección temporal) y que la podíamos pagar personalmente o por transferencia bancaria. Ella no nos pidió comprobante alguno ni por el nombre, ni por la dirección, ni nada. Perfectamente yo le podía decir que era Juana López, que vivía en cualquier otra dirección de Munich, y la factura no iba a llegar a ningún lado... Yo todavía no salgo de mi asombro. ¿No es increíble?
Para concluir esta parte de la historia, fuimos a la farmacia y compramos los remedios. Un par de horas después de haber tomado la dosis inicial de los corticoides ya no tenía ni una roncha. Ya estoy bien, pero seguiré al pie de la letra las indicaciones de la doctora.
Más paseos por Munich
Después de toda la experiencia medicinal, fuimos a comer a un café que quedaba cerca, muy lindo, bajo unos árboles. No sacamos fotos, así que pongo una bajada de internet.
Lo que se ve al fondo es una estatua, de un tipo tomando un helado. Nosotros estábamos sentados muy cerca de la estatua y nos preguntábamos quién sería para que le hicieran una estatua así. Buscando en internet encontramos que era un personaje de un programa de tele, emitido entre 1981 y 1983. Un poco corto para justificar una estatua de tamaño real, ¿no?
Saliendo del café nos encontramos con una gente jugando un ajedrez gigante. Muy simpático. De esto si tenemos fotos propias:
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Caminando apenas un poco más llegamos otra vez al Englischer Garten del que ya les comenté. Este parque es inmenso, en el paseo por la ciudad nos dijeron que tiene 400 hectáreas, en términos porteños esto serían 10 cuadras por 40 cuadras. Arranca en el centro de Munich y llega hasta el aeropuerto.
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Encontramos un lago, donde había gente en bote, luego seguimos a lo largo de un río, donde había gente tomando sol, como si estuviera en la playa. En el paseo por la ciudad nos habían contado que había una playa nudista, pero esa no la cruzamos. Vimos bastante gente haciendo picnic, aunque igual no era realmente mucha gente. Dónde sí encontramos mucha gente fue en el Biergarten que hay en medio del parque, que paso a explicar a continuación.
Los Biergarten son lugares con mesas largas, que pueden compartirse con gente desconocida cuando no alcanza el lugar. Cerca de las mesas hay un puesto donde se vende cerveza y comidas, pero en las mesas no es obligatorio comer la comida del lugar, sino que uno se puede llevar su propia comida. Son espacios abiertos, al aire libre, por lo que sólo se usan de mayo a octubre. O sea que este es el momento ideal para ir a tomar cerveza a uno de estos. Eso sí, los puestos que atienden a un Biergarten son exclusivos de una cervecería, de modo que sirven las distinas variedades de esa marca, pero no sirven ninguna otra marca. El único que tiene más de una marca es el municipal, que para ser equitativo, sirve un barril de una marca, a continuación un barril de la otra, etc; es decir que aún en el caso del municipal, no se puede elegir qué cerveza tomar, hay que tomar la del barril que esté abierto en ese momento.
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En este lugar (no sé si en todos, porque es el primero al que vamos) la cerveza la sirven en vasos de 1 litro y de medio litro. Nosotros nos pedimos un vaso de medio cada uno, para probar dos gustos distintos, pero ya eso nos resultó mucha cerveza... Yo estaba asombradísima viendo a la gente que se llevaba los vasos de litro. Como el lugar es abierto y bastante grande, uno podría llevarse el vaso y no devolverlo. Por eso, al comprar la cerveza te cobran 1 euro extra por el vaso, y si después lo devolvés, te devuelven ese euro extra.
Los costos de las cosas
Una de las cosas que más escuchamos antes de venirnos a Munich, es que era una ciudad carísima (la más cara de Alemania). Que salir a comer nos iba a costar ¡100 euros! y cosas así. Con esa base, al encontrarnos con los precios reales, la mayoría de las cosas nos resulta más barata de lo esperado.
En el supermercado casi todos los productos están menos de 2 euros. El kilo de bananas, 1 euro. El jugo de naranja, 90 centavos. 1 litro de leche, €1,30. Las comidas listas (en lata, en paquete cerrado al vacío, o en paquete congelado) entre 1 y 2 euros, una ensalada lista para preparar (con condimento especial incluido) €1,90. Estos precios, aún haciendo la multiplicación por 6 para convertir a pesos, son bastante baratos. Los primeros días teníamos poco punto de comparación, pero ahora que ya hace una semana que estamos acá, cuando algo sale más de 2 euros (por ejemplo, el queso Philadelphia está €2,70 vs el queso crema local €1,70) a uno ya le parece caro. Comiendo de las comidas listas (de las cuales hay bastante variedad), más algún acompañamiento, estamos gastando del orden de 3 euros por comida.
Salir a comer es distinto, pero claramente no sale 100 euros. Sólo fuimos a comer un par de veces, pero en ambas gastamos menos de 20 euros entre los dos. Las cosas eléctricas que compramos nos resultaron, haciendo la conversión a pesos, del orden de lo que hubieran salido en Argentina. La excepción fue la pava eléctrica, para la que terminamos eligiendo un modelo que costaba algo más del doble que el más barato, para que tuviera la funcionalidad de elegir la temperatura, y poder calentar agua para mate. En Argentina hasta la más barata tiene función mate, porque sino la gente no las compraría. El resto de las cosas que compramos, están básicamente al mismo precio (haciendo la conversión).
El teléfono celular pre-pago que nos compramos viene con un plan de 9 centavos: 9 centavos el minuto por aire y 9 centavos el SMS, en Argentina el minuto está 5 veces más y el SMS creo que está igual (sin contar descuentos como llamar a gente de la misma empresa, números amigos, etc). Lo que nos pareció caro era el costo de la conexión de datos, que está 25 centavos el MB. Igualmente tienen planes mensuales de 5 o 10 euros que hacen que sean menores los costos. Nos compramos un plan de 10 euros por 1 GB de datos (1 centavo el MB).
Con respecto al transporte, también se quejan todos (sobre todo los alemanes de otras zonas) de que es muy caro. Los boletos individuales son realmente caros, € 1,20 para el viaje corto (4 paradas de bus, 2 de tren, sólo ida). € 2,40 el viaje simple (3 horas para viajar y hacer tantas combinaciones como uno quiera, dentro de la ciudad de Munich, pero sólo ida). Sin embargo, a medida que uno va yendo hacia boletos de mayor duración, mejora el precio. El boleto diario, que permite realizar tantos viajes como uno quiera dentro de un día, cuesta € 5,60. De modo que 3 viajes distintos ya justifican un boleto diario.
El boleto semanal está dividido por los distintos anillos de Munich; si se incluye el anillo 4 que es el más alejado (hasta ahora nunca fuimos tan lejos), cuesta € 18,20, de modo que con viajar 4 días ida y vuelta al centro, el resto de los viajes son gratis. Para esta misma zona (la más alejada) el boleto mensual es de € 66,40, es decir que con 14 días de viaje ida y vuelta al centro, el resto de los viajes son gratis. Si uno vive más cerca (por ejemplo, la casa que estamos por alquilar, queda en el anillo 3) los pases semanales y mensuales se pagan en menos días.
A todo esto, uno se sube al tren, subte, tranvía o colectivo y nunca nadie te pide el boleto. En la semana que hace que estamos acá, podríamos haber viajado siempre gratis, sin pagar nada. En los buses, después de las 21 horas te piden que muestres el boleto, pero el conductor lo mira con tan pocas ganas que podría ser un boleto de hace 2 meses y no se daría cuenta. El día que fuimos al hackerspace comentamos esto con los que estaban ahí y nos dijeron que alguna vez revisan, pero que probablemente sea más barato no pagar el boleto y pagar la multa el día que te agarren (€ 40), pero que más allá de la multa no está bueno que te quede el antecedente de que viajaste sin pagar, entonces la mayoría de la gente paga igual.
De lo que ellos se quejan es que en otras ciudades hay descuentos para estudiantes, que pueden viajar todo el semestre a un precio muy reducido, mostrando que van a la universidad local, y que en Munich no hay ningún descuento para estudiantes, pagan igual que los trabajadores. Comentaron que ha habido numerosos pedidos para conseguir el descuento para estudiantes, pero siempre terminan en la nada.
Apreciaciones sobre la ciudad
Ya hice algún que otro comentario al respecto, pero acá lo expando un poco más. La ciudad es, en general, ordenada y limpia. Sin embargo yo noto que no es ni tan ordenada ni tan limpia como Zurich. Hay un poquito de caos. Alguna basura tirada en el piso. Alguna baldosa que desentona con las de al lado. Algún rincón medio oculto en las escaleras de las combinaciones de los subtes que huele a pis. Nunca llega a ser algo que uno diga ¡qué terrible!, pero le da un aire de normalidad, mientras que en Zurich había un nivel de perfección casi opresivo.
Hemos paseado por barrios muy distintos, cada uno con sus cosas lindas o interesantes; lo llamativo es que en muy poca distancia hay bastantes diferencias. Los barrios son mucho más pequeños que en Buenos Aires; y toda la ciudad es mucho más pequeña, el diámetro total de la zona urbana es menos de 15km, después viene el campo; como si en Buenos Aires después de la General Paz nos encontráramos con campos de soja.
Con respecto a si la gente habla inglés o no, muchos hablan inglés, aunque en general prefieren hablar en alemán. Lo más loco que nos pasó fue ayer que compramos unas frutas en un puesto de frutas y verduras (o sea, no en el super) y el verdulero, escuchando nuestro acento desastroso nos preguntó de dónde veníamos, y nos habló en perfecto inglés. Nos preguntó cómo andaba la economía en Argentina, y cuando le dijimos que más o menos, nos dijo que en Munich era muy fácil conseguir trabajo y se vive muy bien (o sea, pensó que éramos turistas que estábamos por unos días y nos estaba invitando a que nos quedáramos!)
Bueno, creo que por hoy ya escribí mucho, espero no haberlos aburrido.








Muy lindo chicos.
ResponderEliminarLa economía acá está bárbara.
Besos
Luis
Holaaa.
ResponderEliminarMe alegro que lo de las ronchas sea muy leve.
Lo que mas me gusto es el tema de la honestidad asistida. La gente es honesta, no solamente por la honestidad en si, sino tambien porque de alguna manera bajaria su honorabilidad ante toda la sociedad. Eso indica que si vos haces reglas cumplibles, el que no las cumple recibe un castigo proporcional y ADEMAS, recibe el descredito de toda la sociedad.
Me alegro tambien con el tema de los precios, la gente siempre exagera y por otro lado indica que en Argentina las cosas andan como la mona.
Un besote para los dos.
Gracias por escribirnos todo esto. Nos acerca y aclara cómo es el medio en el que viven. Como dice Luis, acá todo anda bárbaro (como los bárbaros, claro). Soportamos la Inquisifip.
ResponderEliminarDicen que esa cerveza de Munich tiene menos graduación alcohólica y que se la dan hasta a bebés (eso decía mi analista, que era alemán). ¿Cómo se siente tomarse medio litro?
Besos,
soy Vicky (ja!)
Hola!
EliminarLe leí toda la sección de precios a JP que es el ecónomo de la casa, y él acotó que para poder comparar hay que saber de qué tamaño son los envases. El dice que acá el Philadelphia cuesta $100 x kilo, y que el queso blanco cuesta $40 x kilo. Cuando vos dijiste que el queso crema local costaba 1,70 euros, preguntó: pero de qué tamaño?
Me encantaron las fotos y todos los comentarios de las costumbres de la gente.
Qué bueno que lo de la alergia no fuera nada grave, y además esto les sirvió para ya conocer cómo funcionan los mecanismos de salud, para cualquier eventualidad que tengan en el futuro. Dijiste que les enviaban la factura, pero "el seguro de salud" les cubre algo?
Besos
Laura
¡Es verdad! Acá, como en Argentina, todas las cosas tienen al lado del precio el cálculo de cuánto es por kilo. El queso crema, que es el que tengo en la heladera, era por 300g. Pero el Philadelphia, no me fijé. Es posible (pensando más o menos en el tamaño del paquete) que fuera menos cantidad. La próxima vez que vaya al super me fijo con más detalle.
EliminarCon respecto al seguro de salud, sí. Tanto los medicamentos como la visita al médico, una vez que tengamos listo el proceso del seguro (ahora estamos inscriptos, pero no tenemos credencial), nos reintegrarán una parte. En el futuro, teniendo credencial, directamente pagaremos menos.
Con respecto a lo que preguntá mamá más arriba de la graduación de la cerveza, es posible que sean más suaves que las argentinas, no estoy segura. Medio litro de cerveza nos dejó un poco tontos por un rato, pero tampoco es que estuviéramos terriblemente borrachos. Lo que sí que para mí eso ya era suficiente cerveza, no me daban ganas de tomar más.
Baldosa :D
ResponderEliminar¡Ups! Corregido.
EliminarQué chico corregidor!!! a quién saldrá? yo lo vi y no dije nada...
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