domingo, 16 de junio de 2013

Opulencia

El sábado 1 de junio, fuimos a pasear por los jardines de Versalles, con Rodrigo.




Mi recuerdo de la vez anterior que había estado en París era que en Versalles los palacios cobraban entrada, pero los jardines eran gratuitos.

Sin embargo, para cuando llegamos a la entrada de los jardines vimos que teníamos que pagar.  Mucho rato después de haber pagado nos dimos cuenta que lo que hicieron fue cerrar una parte (obviamente, la más linda) con la excusa de que hay fuentes y música.  Por fuera de la parte cerrada, los jardines continúan muchos kilómetros más.


Todo Versalles, tanto los palacios como los jardines son un culto al exceso.  La música clásica, que acompañaba la caminata por los jardines sirve un poco para imaginarse estar en la época de los últimos reyes de Francia, caminando por estos jardines mientras la gente en el resto del país se moría de hambre.

Justo cuando nosotros llegamos (a las 12 del mediodía) comenzaba la hora de la "siesta" y la gran mayoría de las fuentes estaban apagadas.  Es notorio cuánto más linda es una fuente funcionando que una no funcionando.



Igualmente pudimos hacer nuestro pequeño picnic (nos habíamos llevado unos sandwiches) y recorrer los jardines mientras esperábamos a que fuera la hora en la que las fuentes entraban en funcionamiento.


En el paseo nos encontramos con una fuente de aguas danzantes.  Aquí un video de una porción de la danza.


Y finalmente, cuando se hicieron las tres de la tarde volvieron a funcionar las fuentes, y volvimos a pasar por varios de los lugares por los que ya habíamos estado para ver la diferencia.


Realmente es un lugar muy lindo para pasar la tarde (yo lo recordaba aún más lindo, supongo que la vez anterior que había estado había habido sol). Pero no dejan de ser chocantes los excesos.

Como ya es costumbre, dejo aquí el enlace al álbum completo.

4 comentarios:

  1. Como dice Marga, el show de lujo que se observa en Versailles, molesta, incomoda, hasta rechaza. Es lo mismo que se siente al visitar los palacios de San Petersburgo, que construyeron imitando a éste.

    La cantidad de habitaciones del palacio -leí por ahí que se podían acomodar más de 600 personas- hace pensar en la casta noble y sus ventajas o prebendas. Es lo mismo, o parecido, que a uno le rechaza de la casta política actual: disfrutaban del lujo sin trabajar, y obtenían sus ingresos del trabajo de los otros.

    La wikipedia dice que el palacio le costó a Luis 14 aproximadamente unos dos mil millones de dólares. Nada les parecía poco. Había muebles y una balaustrada que eran de plata sólida.

    Como estaban enamorados de las naranjas (que habían entrado en Europa unos dos siglos antes) construyeron unos pabellones invernaderos que llamaban "orangeries" en donde almacenaban durante el invierno casi mil naranjos en macetas, que solamente estaban al aire libre de mayo a octubre.

    Vi algunas macetas en las fotos de Marga.

    Me gusta como curiosidad visitar estos palacios (otro con grandes jardines, es el de Sissi en Viena). Es interesante y probablemente tuvieron su influencia en la evolución de la arquitectura, como las catedrales. Pero, como dice Marga, no deja de ser chocante el exceso.

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  2. Coincido con tu comentario de que el clima influye en el recuerdo.
    Nosotros fuimos en pleno Enero, TODA el agua estaba congelada y no había ni una hojita en los árboles... :)
    Igual uno se maravilla de las dimensiones y del diseño.

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  3. Es verdad lo del clima. Nosotros fuimos casi siempre en invierno, pero el año pasado, cuando hicimos el crucero del Danubio, visitamos ciudades que habíamos conocido en invierno. Eran otras. Viena, llena de flores y chicas con minis y ojotas. Budapest, con mucha gente caminando por las calles. Praga, tan llena que rechazaba. Sí, con el calor a veces aparecen aspectos no deseables.
    Esa Italia que visitaron Lucas y su familia nunca la conocimos. Para nosotros Venecia es una ciudad en blanco y negro que hay que recorrer con gorro y guantes. :)

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    1. Sí, la otra vez comentaba con algunos alemanes que yo había estado Europa en invierno varias veces, y ellos no lo podían entender. ¿Cómo puede alguien irse de vacaciones a Europa en invierno? Yo les trataba de explicar que ese era el momento que teníamos vacaciones en Argentina, pero para ellos era incomprensible.

      Lo cierto es que si uno sólo quiere ir a museos, no importa mucho la época del año, pero para ver los parques, caminar por las calles y hacer cualquier otra cosa al aire libre, tener sol hace una diferencia ENORME.

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