Centrifugado

Este post es un salteado de cosas variadas relacionadas con Praga, sin demasiado ton ni son.  Algunas de las fotos las sacamos nosotros y otras Germán, que tiene una cámara con gran angular.

Uno de los atractivos principales de Praga es el Castillo de Praga, que no es un castillo como uno normalmente concibe los castillos, sino que es en realidad un complejo palaciego, incluye cuatro iglesias, cuatro palacios y varios otros edificios.

La catedral de San Vitus, rodeada del resto del Castillo de Praga.

Al castillo se accede cruzando un puente llamado "Puente de Carlos".  El Carlos del nombre fue el rey que ordenó la construcción, además del puente también tiene una universidad con su nombre, entre muchas otras cosas.

Puente de Carlos, con el castillo detrás.

Estatua de Carlos

El mismo rey Carlos fue también el que mandó a construir una de las iglesias que se encuentra sobre la plaza principal, la de "Nuestra Señora delante de Týn".  Este nombre tan extraño se debe a que la iglesia queda delante de la plaza de Týn.

Iglesia de Nuestra Señora Delante de Týn, sobre la plaza principal

Como verán, la iglesia es bastante rara, porque si bien tiene unas torres muy bonitas, no tiene frente.  Es decir, en lugar de frente tiene edificios que están delante de la iglesia.  En el primer momento creímos que la iglesia se encontraba detrás de esos edificios, pero no, los edificios están pegados a la iglesia y de hecho, la entrada está en uno de ellos.  Tratamos de entrar varias veces, pero siempre la encontramos cerrada.


Sobre la plaza principal de Praga se encuentra también la torre del reloj astronómico, que fue instalado en 1410.  Es un reloj bastante complejo que además de la hora actual indica también hace cuánto que se puso el sol, la fase actual de la luna, el signo del zodíaco y no sé si algo más.  Tan complejo es, que estaba fuera de hora porque no lo adelantaron por la hora de verano.


Otro atractivo de Praga, supuestamente, es la cerveza.  En cada lugar que comimos, pedimos cerveza.  Incluyendo algunos en los que se notaba que esperaban que pidiéramos vinos.  El lugar en el que más nos gustó la cerveza fue uno que nos habían recomendado, al que fuimos el último día.  Sacamos foto a la propaganda del lugar para no olvidarnos.


Cuando ya casi no nos quedaban cosas para hacer en Praga, Rodrigo me sugirió que fuéramos al Castillo de Vysehrad, que queda hacia el sur.  Le erramos a donde teníamos que doblar y nos terminó llevando el doble te tiempo llegar hasta el castillo, pero en el medio pasamos por un túnel simpático.


Y finalmente llegamos al castillo, que al igual que el de Praga es un complejo palaciego y el edificio más representativo es la Iglesia de San Pedro y San Pablo.

Estuvo bueno porque nos pudimos sentar un banquito a tomar mate, mirando hacia el castillo de Praga.


Algo a compartir es lo poco que se entiende el checo.  Así como en Dinamarca al quinto día ya prácticamente podíamos entender el menú en danés, en República Checa, nunca llegamos a superar el vocabulario más básico: "děkuji" (pronunciado deqüi o diqüi, según la persona) es gracias y "pivo" es cerveza.  Igualmente si bien supuestamente muy poca gente habla inglés, no tuvimos mayores problemas para comunicarnos.

Bueno, como otras veces, les dejo el enlace al álbum de fotos, y al álbum de fotos de edificios.  Mañana les escribo sobre la explosión.