jueves, 13 de septiembre de 2012

Cruzamiento

Perdón por el silencio, el fin de semana pasada nos fuimos a Dublín.  Justo coincidía que Rodrigo estaba de paso por lo de Alberto y Melisa, y que Tincho organizaba una Bug Squashing Party para Debian.  Tratamos de aprovechar al máximo el tiempo del paseo y tuve muy poco tiempo para escribir. Acá les adelanto algunas cosas (sin fotos).  En lo posible mañana escribo algo más.

Para abaratar los costos de los pasajes, viajamos el jueves a la noche y volvimos el martes a la tarde.  Viernes, lunes y medio martes trabajé desde la oficina que Google tiene en Dublín (que tiene muchísima más onda que la oficina de Munich).  El viernes y el lunes, Maxy se juntó con Rodrigo para recorrer Dublín.

Nos tocaron varios días de sol, algo increíble en Dublín.  Como era esperable, también nos tocó un poco de lluvia.  Aclaración para los que no conocen Irlanda: por algo el verde es el color de Irlanda, la lluvia constante hace que los pastos estén siempre verdes.

Mi impresión de Dublín fue muy similar a la del año pasado.  Si bien los días soleados le pusieron un poco más de onda, la sensación que me queda es la de una ciudad sucia y un poco venida abajo.

Hace unos años Irlanda, y en particular Dublín, pasó por una época de tremendo crecimiento. Gracias a las ventajas impositivas, muchas compañías fueron a establecerse allá (entre ellas Google), lo cual disparó el crecimiento inmobiliario. Pero luego del crecimiento normal, siguió la burbuja inmobiliaria, al punto que la peatonal de Dublín llegó a ser la calle con los alquileres más caros de Europa... Hasta que finalmente estalló la burbuja y devino en crisis.  La principal consecuencia son los edificios vacíos que nadie quiere alquilar; pero también veredas rotas y falta de mantenimiento.

Melisa me contaba que si bien con la crisis hay gente que no la está pasando bien, no hay miseria: todos tienen al menos techo y comida.

Algunas anécdotas de color

El viernes a la noche estábamos parados en la puerta de un restorán, charlando antes de irnos cada uno para su lado y pasó un grupo de irlandeses un poco borrachos.  Dijeron si queríamos ir con ellos a un boliche o algo así.  Martín les contestó que no gracias, y al escuchar el acento uno de los irlandeses preguntó: Where are you from? Y cuando Martín les dijo que de Argentina, empezaron a cantar cual hinchada de fútbol "Ar-gen-ti-na Ar-gen-ti-na" y luego: "There's only one Lionel Messi!" Parece que en Irlanda son hinchas del Barcelona :).

El lunes a la noche fuimos a comer a la casa de un chico de Debian, llamado Guido, que es italiano.  Como nos invitaba a comer, nosotros quedamos que llevábamos el vino.  Fui a un super que quedaba cerca de la oficina de Google, tamaño chico-mediano.  Entre las góndolas había vinos chilenos, australianos, españoles, italianos... Pero ningún vino argentino :(

Durante la cena en lo de Guido surgió una conversación acerca de la palabra souvenir.  Yo dije que me parecía que en inglés se decía memento (ahora me fijé y también se puede decir souvenir).  Guido dijo que en el caso de los casamientos, en Italia se llama bomboniera.  Le preguntamos si era por que contenía bombones, y nos dijo que lo que contenía era confetti (confites de colores).

Para los que, como yo, no lo sabían, de ahí viene la frase "¿Para cuándo los confites?" (Guido nos confirmó que la frase existe también en italiano, donde aún hoy tiene sentido)

2 comentarios:

  1. Un comentario bobo.
    En inglés la palabra "confetti" significa papel picado, de colores que se arroja en festejos y celebraciones.

    ¿Vendrá del mismo origen?

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  2. En el partido de ayer con Peru, Messi no existio, como tampoco existio el equipo argentino. UN DESASTRE!!!!!

    Un abrazo para los dos.

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