Las temperaturas por debajo de menos diez, las distintas variantes de precipitación que se pueden suscitar (aguanieve, nevisca, nieve, tormenta de nieve, neblina congelada, etc), uno piensa que ya lo vio todo, pero siempre hay algo nuevo.
La semana pasada, ya lo dije en el post anterior, salió el sol por unas pocas horas; pero mientras la nieve acumulada se iba derritiendo, la temperatura bajó violentamente (y a continuación volvió a nevar). El resultado: todos los techos con canaletas (no sé cuál es el nombre técnico) amanecieron con estalactitas en los extremos.
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| El estacionamiento de bicicletas frente a la estación de tren |
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| Un techo de un vecino |
Se nota que hace un frío feroz.
ResponderEliminarUna vez vimos eso en Mendoza, tratando de llegar a un lugar llamado Vallecitos. Eramos tan ignorantes! Claro, no había google maps, ni siquiera teníamos mapas de papel. Subíamos despacio tratando de no resbalar sobre el hielo. Se largó a nevar y cayó la noche. Llegamos a un albergue no muy equipado, a unos 4000 metros, con un gran alero del que colgaban decenas de largas estalactitas.
Adentro había unas cuantas personas y un fuego ruidoso. Decidimos quedarnos a dormir. El dueño era rengo y malhumorado. Otro de los que estaban ahí dijo que el dueño había perdido medio pie en al Aconcagua, tratando de salvar a la novia. Comida no había casi nada. Había whisky. Pedimos uno, y el dueño rengo fue al alero, cortó una estalactita, y nos trajo el whisky.