lunes, 8 de abril de 2013

Riachuelos

Aprovechando los feriados de Semana Santa (en Alemania es feriado el Viernes Santo y el lunes después de Pascua), nos fuimos a pasear por Copenhague con Leandro, Alberto y Melisa.


El primer día estuvo feo y el siguiente más o menos, pero después tuvimos un par de días de sol impresionantes, muy bienvenidos.  Van a notar en las fotos que la nieve y el cielo gris va dejando lugar a algo de verde y cielo azul.

En Copenhague no hay tour gratis, y ninguno de nosotros había hecho los deberes, con lo cual nuestro paseo era en total ignorancia de la historia de Dinamarca.  Sabíamos que tienen reyes, y mucha relación con Suecia y Noruega, pero nada más.

Por ejemplo, vimos varios monumentos a soldados caídos, con los años 1848-1850 y 1864, pero hasta que no lo busqué recién no supe que se referían a la guerra de los ducados, entre Dinamarca y Austria y Prusia, por el control de unos ducados que quedaban en la frontera entre Dinamarca y Prusia (actualmente Alemania).

Dinamarca está compuesta una península que limita con Alemania y un gran conjunto de islas, de diversos tamaños.  Es el país del que se originaron los vikingos y su gran poderío comercial se ha basado siempre en el mar.  Todo esto trae como consecuencia que su gran especialidad culinaria sea el pescado.  En casi todos los lugares a los que fuimos a comer, servían varios platos de pescado y sólo unos pocos que no incluyeran pescado (¡a veces ninguno!).

El primer día fuimos a almorzar a un restorán tradicional, llamado Nyhavns Faergekro, que tiene un buffet con más de 10 platos diferentes basados en Arenque.


Después de comer el Arenque fuimos a hacer un paseo en barco, en el que para nuestra gran sorpresa, la guía explicaba cada cosa en danés, inglés y español.  Llovía así que las fotos salieron grises, pero a falta del tour gratis nos sirvió para tener una leve idea de la ciudad en la que estábamos.

La guía explicando debajo de la lluvia A lo largo del paseo pasamos debajo de varios puentes

El "diamante negro", edificio de la Biblioteca RealVimos montones de cisnes, patos y otras aves
Para variar un poco nuestras costumbres al visitar ciudades, fuimos a recorrer dos museos de arte.  Un día pasamos por la galería nacional, que incluye obras de diversas épocas.  Pero me dejó una sensación de que la mayoría eran "de segunda".

Al día siguiente fuimos al museo Louisiana, que es un museo de arte moderno ubicado en las afueras de Copenhague, que más allá de las obras locas típicas de un museo de arte moderno tiene un jardín de esculturas por el que pudimos pasear al sol.


La de arriba es una escultura de Miró.  Yo la vi de lejos y dije "esa me gusta".  Cuando vimos que era de Miró pensé lo mismo que con la estación de tren de Calatrava: por algo los famosos son famosos.


El lunes fuimos a visitar el Kastellet o Citadel, una antigua fortaleza en forma de estrella.  De un lado tiene dos fosos y del otro lado un foso muy ancho. Ambos llenos de aves: cisnes, patos, gaviotas, gansos, y hasta cuervos.


La segunda foto es de la vista desde una de las puntas de la estrella, hacia uno de los puentes sobre el foso, y detrás uno de los brazos de agua (no sé si llamarlos canales, ríos, o qué) más anchos que cruzan la ciudad.

Fuimos hasta la estatua de la sirenita, una estatua que es un símbolo de Copenhague.  Una de las cosas llamativas de la estatua es que está sobre una piedra en el agua, se la ve muy frágil.  Sin embargo, en los más de 100 años desde que fue colocada no sufrió tanto por estar a la merced del mar, sino por vandalismos de diversas agrupaciones, que dos veces la decapitaron, una vez le cortaron un brazo, y varias veces la pintaron de diversos colores.


Luego cruzamos en ferry hasta la isla de enfrente, llamada Christianhavn, no por ser cristiano, sino por un rey danés llamado Chrisitian.  El ferry es un medio más de transporte de la red de Copenhague, que incluye además buses, trams, trenes y subte.

Del lado de enfrente recorrimos el barrio hippie de Christiania. Nos habían contado que era un barrio de okupas hippies, en el que se vendía marihuana, pero no había que sacarle fotos a los vendedores. La parte más simpática eran los edificios pintados.


La parte menos simpática fue la forma en la que aplicaban la política de no sacar fotos.  A Leandro vinieron a apurarlo después de sacar una foto a un edificio, "Show me the last picture you took", y luego vimos como a otras dos personas también les insistían de fea manera con que no se pueden sacar fotos en el Green Light District.

Junto al barrio hippie está la Iglesia del Salvador, una iglesia a la que se puede subir para obtener una vista de Copenhague, pero que llamativamente tiene parte de las escaleras por afuera.


Desde arriba podía verse mucha ciudad, pero también mucha agua.


En la primera foto, en el fondo, (hay que verla en grande) hay una hilera de generadores eólicos, comienzan sobre la costa y luego se internan en el mar.

Dinamarca, además de ser la cuna de los vikingos es también la cuna de Lego.  El lunes, que era feriado, pasamos por la puerta del negocio y nos llamaron la atención las esculturas.  El martes volvimos a pasar con Maxy, y esta vez entramos y nos impresionaron la cantidad y variedad de cosas construidas con Legos.


En la serie arquitectónica, si bien tenían edificios famosos de todos los países, como la ópera de Sydney o la Casa Blanca, tenían una gran cantidad de edificios daneses, en particular de Copenhague.  Como por ejemplo, la rivera de Nyhaven.


Los edificios con Legos son los que están a partir del cuarto de la foto.  No me dí cuenta de sacar la foto del lado de enfrente, como para que se vea qué tan iguales son, pero creo que se llega a ver bastante.

Con esto de que los días fueron mejorando, varios puntos turísticos por los que pasamos los fotografiamos con día feo y con día lindo.  Por ejemplo, el edificio de la ópera.


O una réplica del David de Miguel Ángel que tienen en el frente de un museo de esculturas.


Algo que llama la atención, aún viniendo de Alemania, es la importancia de la bicicleta como medio de transporte.


En la primera foto, un estacionamiento de bicicletas de doble altura, junto a la estación central de trenes de Copenhague.  En la segunda se ve como la vereda, la bicisenda y la calle tienen todas el mismo ancho.  Esto lo vimos en un montón de calles, la bicisenda tiene cordones a ambos lados, que hace que ni los peatones ni los autos se suban a ella por error.  La de la foto era particularmente ancha (entraban 4 ciclistas cómodos uno al lado del otro), pero aún en calles más angostas estaba la separación bien hecha.

Si bien el post está llenísimo de fotos, hay aún más en el álbum completo.  Y todavía más en el álbum arquitectónico, que saqué para simpatizantes de la arquitectura (puros edificios, no apto para aficionados :).

2 comentarios:

  1. Lindisimo!
    Qué bueno que salió el sol. La diferencia entre las fotos con dia nublado y con sol, es enorme. Y qué lindo eso del viaje en barco por los canales! Nosotros dimos una vuelta en ómnibus y nos llevaron a ver el palacio real y el barco de la reina. Era justo frente al edificio de la ópera, que vos fotografiaste.
    No les pareció que la gente es muy agradable? A nosotros nos gustó mucho, tanto en los negocios, como cuando pedimos ayuda en la estación de tren.

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