Resucitando

Mucho tiempo de silencio en el blog.  Debido principalmente a dos viajes.  Uno a Estados Unidos por trabajo y otro a Copenhague en Semana Santa, donde nos encontramos con amigos.  Este post es sobre el viaje a California, y el de mañana será sobre el paseo por Dinamarca.

Al comenzar el año, mi jefe me dijo que planee ir nuevamente a la oficina de Mountain View, para encontrarme con el resto del equipo.  A mí no me resultaba muy atractivo así que planeaba postergarlo lo más posible, pero a principios de febrero Maxy se dio cuenta de que la PyCon (conferencia del lenguaje de programación Python) de Estados Unidos era a mediados de marzo, en Santa Clara, que está a 15 minutos de Mountain View.  Así que yo quedé con mi jefe que iba a Mountain View durante las dos semanas del medio de marzo, y con Maxy arreglamos para colarnos en la conferencia, que es bastante cara, como parte del Video Team.

Nos quedamos en uno de los departamentos corporativos que tiene Google.  Son unos departamentos con living y cocina compartidos y dos habitaciones privadas.  Las habitaciones (como casi todo en Estados Unidos) son enormes, y la cocina esta muy bien equipada, aunque muy poca gente la usa porque en general desayunan, almuerzan y cenan en las cafeterías de la oficina.


El departamento donde estuvimos queda en Santa Clara, a 40 minutos a pie de donde era la conferencia de Python, lo cual es algo casi increíble con lo lejos que queda todo allá. La ciudad de Santa Clara nos llamó mucho la atención, muy limpia, muy prolijita, en cada cuadra las casa siguen un determinado patrón de construcción (por ejemplo, las escaleritas para llegar a la puerta, puede que tengan todas baranda de metal o todas baranda de madera, pero no mezcladas).  Nuestra primera impresión es que era todo mucho más lindo de lo que esperábamos.  Cuando lo hablé con mis compañeros de oficina me dijeron que Santa Clara es muy lindo y muy prolijo pero es carísimo y sobre todo, tremendamente aburrido.

De la PyCon no tengo fotos.  Maxy estuvo más de una semana yendo al centro de conferencias, porque había eventos antes y después de la conferencia principal.  Yo fui solamente durante la conferencia principal, que fue de viernes a domingo.  Los tres días estuvimos trabajando con el Video Team, filmando las distintas charlas.  Maxy estuvo casi todo el tiempo manejando una de las cámaras, mientras que yo estuve principalmente "dirigiendo" que significa controlar la computadora que permite elegir si mostrar una cámara u otra, o incluso hacer picture-in-picture.

Un día vino Maxy a visitarme a la oficina y estuvimos recorriendo el "campus" de Google.  La primera vez que escuché que lo llamaban campus me pareció que era una forma de mandarse la parte.  Pero realmente es un buen término.  La "oficina" de Google en Mountain View son un conjunto de un montón edificios (generalmente de planta baja y primer piso) distribuidos en un área enorme.  Si les da curiosidad, pueden explorarlo con Google Maps.


El fin de semana antes de volvernos para Alemania lo teníamos libre así que aprovechamos para recorrer un poco.  Tratamos de ir a un parque llamado Muir Woods, donde hay unas sequoyas gigantes, que queda al norte de San Francisco, pero mucha otra gente tuvo la misma idea que nosotros (el día estaba espectacular) y no había absolutamente nada de lugar para dejar el auto).  Al menos pudimos ver la vista desde el punto panorámico.

Después de eso fuimos a hacer el típico recorrido turístico de San Francisco, bajamos por Lombard Street (que es una calle empinada por la que hay que bajar haciendo eses), fuimos a comer Clam Chowder al Fisherman's Wharf, espiamos Alcatraz desde el Pier 39, y pasamos con el auto por Chinatown.


Dejar el auto en la zona turística era complicado y carísimo, así que después de un rato de dar vueltas y no poder dejar el auto, decidimos tomar el puente que va a Oakland, e ir a visitar la universidad de Berkeley, que es una universidad importante en el software libre, creadores de la licencia BSD.

El puente que va a Oakland

No logramos encontrar la universidad de informática, y de hecho casi que no logramos encontrar gente, porque justo estaban en las vacaciones de primavera (spring break).  Pero paseamos un rato por unos bosquecitos cerca del campus y después fuimos a tomar un café en un lugar que sí tenía gente.


El domingo fuimos a visitar la universidad de Stanford, que nos quedaba mucho más cerca que San Francisco.  Aún sabiendo que eran vacaciones, nos impresionó lo vacía que estaba.  Un día espectacular y el parque central del campus tenía unas 10 personas.  También quedamos asombrados de lo limpio y prolijo que estaba todo.


Más allá de los paseos, algunas impresiones que nos llevamos de California.

Una de las cosas que nos sorprendió mucho fue la cantidad de gente que viajaba sola en auto en las autopistas.  La autopista por la que íbamos de Santa Clara a San Francisco tenía un carril específico de car pool.  Que significa que sólo se puede ir en ese carril con al menos 2 personas en el auto (en otras autopistas car pool son al menos 3 personas, pero en esta eran 2). Era impresionante ir por el carril de car pool y ver cuatro carriles de autos parados por el embotellamiento.  ¡Tanta gente viajando sola!

Relacionado con esto es la situación del transporte público.  Dentro de la ciudad de San Francisco hay bastante buen transporte, combinando buses, tranvías y subte.  Pero yendo hacia el sur, hacia el Sillicon Valley, el transporte público es casi inexistente, hay sólo un par de trenes, que son considerados "el transporte de los pobres", y por lo demás la gente anda en auto, a través de las mega autopistas.

Otra cosa que nos llamó la atención fue el tamaño de las cosas en el super.  En particular, la leche y el jugo que venían en recipientes de 3 litros.  Yo pensaba que era una cuestión de ahorrar packaging, pero después, al consumirlos me di cuenta que el tamaño de los platos, vasos y compoteras estaba agrandado de la misma manera, haciendo que uno consuma más.

Por último, la salud pública.  Este año se supone que entra en vigencia la nueva ley de salud, aunque nadie sabe muy bien qué cambios va a significar.  Por ahora, la salud en Estados Unidos es un privilegio de los ricos.  Una visita a la guardia de un hospital, con 5 minutos de atención por parte de un médico, puede llegar a costar 900 dólares.  La lección que nos llevamos es: a menos que sea cuestión de vida o muerte, no ir a la guardia del hospital, sino a una clínica, donde los precios son más normales. Y cuando es una cuestión de vida o muerte, puede ser necesario retirar todos los ahorros de la jubilación para poder cubrir los costos.

En definitiva, muy contentos de volver a Alemania, aunque fuera este el clima que nos recibiera:

Algunas fotos me quedaron en el tintero.  Aquí está el enlace al álbum completo.