Fuimos en micro, porque no hay un tren que vaya directo a Freiburg, hay que combinar y el viaje en micro es más barato y más rápido que el viaje el tren. Lo extraño era que el micro era de Deutsche Bahn (los trenes alemanes); pintado de los mismos colores que los trenes rápidos. El camino entre Freiburg y Munich es super lindo, pasando entre los alpes, lleno de casitas. Pero estaba complicado sacar fotos porque daba mucho el reflejo en el vidrio, igual salieron algunas lindas.
Es impresionante la diferencia de ver el mismo paisaje con buen tiempo y con mal tiempo. A la ida tuvimos algunos ratos de sol, pero bastantes ratos de lluvia. A la vuelta volvimos a pasar por muchos lugares con sol, y la diferencia no deja de impresionarme. Uno debería visitar todos los lugares con días de sol.
Nuestro objetivo principal era darle una mano a Lucas que tenía que lograr que todas las cosas que se llevaba a Argentina le entraran en una valija de 23 kilos y un bolso de mano de 8 kilos. Para lograr ese objetivo, nos terminamos quedando nosotros con muchas de sus cosas. Nos llevamos 14 kilos de vuelta a Munich (incluyendo tres kilos de yerba y uno de dulce de leche). La valija terminó pesando exactamente 23 kilos. El bolso de mano estaba cerca de los 10, pero por suerte no se lo pesaron y pudo embarcar sin problemas.
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Más allá de la odisea del equipaje, tuvimos tiempo de salir el viernes a la tarde a pasear un poquito por la ciudad, y por la noche a una de las cervecerías de Freiburg (Martin's Bräu).
Freiburg es una ciudad mucho más chica que Munich, 250 mil habitantes contra 1 millón y medio. Tiene una gran universidad, el 10% de los habitantes son estudiantes de la ciudad, y otro tanto trabajan para la universidad, sea como docentes, investigadores o no-docentes. De modo que tiene una cultura muy universitaria, pero aún así tiene teatro, cine, ópera, y vimos la obra del futuro edificio de la biblioteca de la ciudad, que tenía por lo menos 5 pisos.
Digo esto porque si bien se nota que es chica en que todo queda cerca y es en general más tranquila, a mí me llama la atención que tenga características normalmente asociadas a las ciudades grandes, como tener una ópera.
El sábado a la mañana, después de desayunar con una torta de queso típica del Freiburg, salimos a pasear por la Selva Negra.
Porque Freiburg queda metido en la Selva Negra, que es en realidad no es Selva sino Bosque. Que me corrija un biólogo si es que estoy equivocada, pero la "Selva Negra" es un bosque de coníferas, similar a los bosques de la Patagonia Argentina, y que muy poco tiene que ver con lo que uno se imagina cuando piensa en la palabra "Selva". De hecho tanto en alemán como inglés, el nombre es Schwartz Wald o Black Forest, que en ambos casos significa bosque y no selva.
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| Un ejemplo de "selva negra" |
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A continuación una anécdota de alemanidad, de la que lamentablemente no tengo fotos, porque todo sucedió demasiado rápido.
Antes de subir a la torre habíamos pasado por una zona de juegos para niños que, como era temprano y el tiempo no estaba del todo lindo, no tenía ni un niño. Habíamos visto que tenía un cartel que decía que no había que usarlos de 13 a 14. Cuando bajamos de la torre el día ya estaba más lindo y desde un mirador vimos que estaba lleno de chicos jugando (entre 6 y 10 chicos corriendo, trepando, tirándose por el tobogán, etc). Nos dimos vuelta, comentamos qué bárbaro qué lleno de chicos que estaba, y cuánto tiempo les quedaría para seguir jugando; miré el reloj y eran las 12:59. Bajamos del mirador y pasamos por los mismos juegos, eran las 13:00. Quedaba un solo chico. Vimos como un padre se estaba llevando a caballito a un nene que lloraba porque se quería quedar.
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| Justo debajo de este mirador estaban los juegos |
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Porque Freiburg tiene acequias en las calles de la Altstadt (ciudad vieja). Aparentemente porque era usado antiguamente por unas curtiembres. Ahora son simplemente decorativas, y el principal uso es que los chicos jueguen con barquitos.
Completamos el almuerzo con un helado bastante rico y nos fuimos a la casa de Lucas a agarrar las cosas y salir. Volvimos a pesar todo por las dudas y fuimos hasta la estación central de tren de Freiburg, donde Lucas se tomaba el tren a Frankfurt; nosotros nos tomaríamos nuestro bus hacia Munich una hora y media después.
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| El tren es un ICE, los trenes rápidos, los mismos colores del micro. |
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| La montaña del fondo es casi con seguridad el cerro Suizo Säntis. |
Me gustó mucho lo de la honesty box.
Como en otras ocasiones, les dejo el enlace al álbum de fotos completo.














Tanto en la obediencia al horario de juego de los niños como en el uso de la honesty box, se nota el capital cultural de los que los usan. Ese capital toma años de educación conseguirlo. Es maravilloso vivir así porque se ejerce la libertad mediante la responsabilidad!
ResponderEliminarQué bueno que pudieron ir a despedir a Lucas. No imaginé que esta ciudad quedaba tan cerca. y sí, la Serva Negra es un bosque. No sé quién habrá empezado a llamarla "selva". La selva tiene que tener abundante sotobosque que es lo que no tiene un bosque. Un ejemplo es la selva valdiviana que está en las mismas latitudes que nuestro bosques patagónicos y es bien diferente.
Gracias por la ayuda en hacer entrar la cosas en la valija y por la visita. Hicieron mucha más linda la salida de Alemania. Beso grande!
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