Pandemónium

Este post lo había prometido para "hoy", pero se me pasó la hora a la que salen los mails, así que a quienes lo leen por mail les llegará mañana. Este post incluye fotos propias y fotos sacadas de las noticias.

El lunes era el tercer día que estábamos en Praga, habíamos decidido ir al Museo Judío (que más que un museo es un barrio entero con distintos edificios para visitar) por la mañana.

A eso de las 9:30, cuando todavía estábamos terminando de alistarnos para salir, sentimos un viento muy fuerte golpear contra las ventanas del departamento.  Yo pensé que era que se había levantado viento de golpe.  Sábado y domingo había estado lloviendo, y no me parecía descabellado que el lunes se levantara mucho viento.  Germán pensó que era un trueno, también asociándolo a la tormenta.  Maxy estaba en el baño, así que no lo escuchó.

Al rato terminamos de preparar todo y salimos.

Foto del sábado del puente que teníamos que cruzar para ir a la ciudad

Ni bien salimos notamos que había tremendo lío.  El puente que ya habíamos cruzado ida y vuelta varias veces para ir hacia la ciudad (nuestro departamento estaba del otro lado del río) estaba repleto de autos que no avanzaban.  Mi primera reacción fue decir, "Claro, es lunes, hasta ahora era fin de semana y estaba tranqui y ahora estamos viendo el caos de un día de semana".

Íbamos pasando los autos detenidos sobre el puente y mirando que todos tenían un sólo ocupante.  Diciendo, "Qué desastre, esta gente debería tomar el transporte público en lugar de estar todos en autos de a uno, qué barbaridad."

Al otro lado del río había un helicóptero.  Lo vimos y pensamos, qué loco, un helicóptero.  Pero al estar en una ciudad extraña no sabíamos cuán común o cuán raro era tener un helicóptero casi en el centro de la ciudad.

Aquí arriba se veía el helicóptero

Cuando llegamos al otro lado del puente finalmente entendimos porqué estaban todos los autos parados.  Estaba todo el tránsito completamente bloqueado.  La policía haciendo señas para que los autos se desvíen, los tranvías que no tenían a donde ir.
Tratamos de empezar a caminar hacia el norte, bordeando el río.  La vereda junto al río estaba repleta de gente que miraba hacia los edificios al otro lado de la calle, miramos al edificio y vimos la puerta rota (como la rompen los bomberos) y todas las ventanas rotas (como si hubiera habido un incendio).

Edificio con las ventanas y la puerta rotas.

Luego de caminar unos 150 metros nos encontramos con una valla policial que ya no nos dejaba pasar.  Todos los policías estaban muy nerviosos, y obviamente eso también nos ponía nerviosos a nosotros.

El edificio de la ópera, el sábado a la mañana

Volvimos hasta la boca del puente, y tratamos de ir hacia dentro de la ciudad, por el camino que ya habíamos hecho varias veces, que pasa junto a la ópera.  Todo era muy caótico, particularmente por los tranvías que estaban atravesados sin poder avanzar, y nos llevó un buen rato cruzar la calle.  Vimos como llegaba un grupo de unos diez policías con casco y tremendos chalecos, que a mí me hicieron acordar a los rompe-piquetes.

Los policías cortando el tránsito, atrás a la izquierda se ve la ópera

Cuando pasamos frente al edificio de la ópera, al lado del ojo gigante, había una gente barriendo unos vidrios en el piso, y vimos que se había roto uno de los vidrios del edificio.  Yo vi una chica que estaba descalza y con pedacitos de vidrios en los pies, me acuerdo haber pensado, "Qué imbécil, qué hace descalza con todos esos vidrios rotos."

Foto del sábado

Foto del lunes

La policía indicaba todo el tiempo que nos fuéramos (no sólo nosotros, estaba lleno de gente).  Fuimos avanzando hacia el oeste, el caos nos acompañaba.  Más o menos a los 300 metros de la ópera vimos que estaba el límite de hasta dónde estaba cortando la calle la policía (nosotros estábamos del lado cortado, tratando de salir), y pudimos doblar al norte, hacia el centro.

Un poco más tranquilos por no estar viendo policías a todos lados, yo empecé a buscar en el celular (lo tenía con chip de Checa para poder tener internet) a ver si encontraba noticias de lo que había pasado.  Al principio no había nada.  Unos 20 minutos después, cuando llegamos a la cola para comprar la entrada al Museo Judío, apareció la noticia de que había habido una explosión en Praga.

Inmediatamente mandamos un par de mails para avisar que estábamos bien, pero igualmente a lo largo del día nos fueron llegando mensajes de personas diversas, preocupadas porque se habían enterado de la noticia.

El mismo edificio de las ventanas rotas, del lado de la explosión.

Al principio sólo se sabía que había sido una explosión y nada más.  Germán se acordó en seguida del ruido que él asoció con un trueno, yo tardé un rato más en recordar el golpe del aire contra la ventana. Con el correr de las horas se supo que había sido una explosión por un escape de gas.  Los últimos números que encontré indicaban 35 heridos, 4 de gravedad.

Kilombo

Acá les pongo un mapa de la ubicación del departamento en el que estábamos y del lugar donde fue la explosión.  Como verán, realmente estábamos cerca, teniendo edificios de por medio 500 metros normalmente es bastante, pero en este caso, al tener casi únicamente el río, el movimiento del aire causado por la explosión llegó con pocos impedimentos hasta nuestras ventanas, y por eso lo sentimos.

En rojo nuestro departamento, en verde la explosión, al norte el puente de Carlos